Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
y perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación;
mas líbranos del mal.
Amen.
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo
bendita eres entre todas la mujeres
y bendito el fruto de tu vientre Jesús
Santa María, madre de Dios
ruega por nosotros
los pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte
Amén.
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén!
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de lo bueno que he dejado de hacer; porque pecando te he ofendido a ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia, cumplir la penitencia, no volver a pecar y evitar las ocasiones de pecado.
Perdóname, Señor, por los méritos de la Pasión de nuestro Salvador Jesucristo.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Tí clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
1.- Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
2.- Rezar el Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
3.- Rezar tres avemarías y un Gloria.
4.- En función del día de la semana, elegimos los misterios a meditar, según lo que se indica más abajo. Tras enunciar el primer misterio, se reza un padrenuestro.
Misterios Gozosos (Lunes y Sábados)
- La Encarnación del Hijo de Dios.
- La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
- El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.
- La Purificación de Nuestra Señora y Presentación del Niño Jesús.
- El Niño perdido y hallado en el Templo.
Misterios Dolorosos (Martes y Viernes)
- La Oración de Jesús en el Huerto de los olivos.
- La Flagelación del Señor.
- La Coronación de espinas.
- La Cruz a cuestas camino del Calvario .
- Crucifixión y muerte de Jesús en la Cruz.
Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingos)
- La Resurrección del Señor.
- La Ascensión del Señor.
- La Venida del Espíritu Santo.
- La Asunción de Nuestra Señora.
- La Coronación de María Santísima.
Misterios Luminosos (Jueves)
- El Bautismo en el Jordán
- La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
- La Transfiguración del Señor en el monte Tabor.
- La institución de la Sagrada Eucaristía.
5.- Se rezan 10 avemarías, un gloria y a continuación la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
6.- Se enuncia el segundo misterio y se reza un padrenuestro.
7.- Se rezan 10 avemarías, un Gloria y la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
8.- Se enuncia el tercer misterio y se reza un padrenuestro.
9.- Se rezan 10 avemarías, un Gloria y la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
10.- Se enuncia el cuarto misterio y se reza un padrenuestro.
11.- Se rezan 10 avemarías, un Gloria y la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
12.- Se enuncia el quinto misterio y se reza un padrenuestro.
13.- Se rezan 10 avemarías, un Gloria y la Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
14.- Se reza un padrenuestro y estas tres avemarías:
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
15.- Finalmente, se reza la Letanía de la Santísima Virgen María:
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial
Dios, Hijo Redentor del mundo
Dios, Espíritu Santo
Trinidad santa, un solo Dios
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Cristo
Madre de la Iglesia
Madre de la Divina Gracia
Madre purísima
Madre castísima
Madre y Virgen
Madre sin mancha
Madre inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen poderosa
Virgen acogedora
Virgen fiel
Ideal de santidad
Trono de sabiduría
Causa de nuestra alegría
Templo del Espíritu Santo
Obra maestra de la gracia
Modelo de entrega a Dios
Rosa escogida
Fuerte como la torre de David
Hermosa como torre de marfil
Casa de oro
Arca de la Nueva Alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consoladora de los tristes
Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los confesores de la fe
Reina de las Vírgenes
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina llevada al cielo
Reina del Santo Rosario
Reina de la Familia
Reina de la paz
http://webcatolicodejavier.org/comorezarelRosario.html
V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mi según tu palabra.
Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
Ángel de Dios, que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha encomendado a ti,
ilumíname, dirígeme, guárdame.
Amén.
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra las perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tu príncipe de la milicia celestial
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes.
Ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes.
Ya que me proteges tanto como verdadera Madre,
Haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir, que ninguno
de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia, y reclamando
tu socorro, haya sido abandonado por tí.
Animado con esa confianza, a ti acudo,
Madre, la más excelsa de las vírgenes;
a ti vengo, a ti me acerco, yo, pecador
contrito. Madre del Verbo, no desprecies
mis palabras, antes bien escúchalas y
acógelas benignamente.
Así sea.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Cuando no sea posible por una u otra razón recibir a Cristo en forma sacramental, o en cualquier momento en que uno desee ardientemente recibir a Jesús, se le puede recibir espiritualmente, pronunciando la siguiente fórmula con fervor, demostrándole a Jesús el deseo sincero de estar con Él.
Con la comunión espiritual, Jesús nos dará las gracias que necesitemos en ese momento para ser fieles a nuestra misión de ser testigos del Amor de Dios ante todos los hombres.
Creo Señor mío que éstas realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma; pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
1ª Estación: Jesús sentenciado a muerte
2ª Estación: Jesús cargado con la cruz
3ª Estación: Jesús cae, por primera vez, bajo el paso de la cruz
4ª Estación: Encuentro con la Virgen
5ª Estación: el Cirineo ayuda al Señor a llevar la Cruz
6ª Estación: la Verónica enjuga el rostro de Jesús
7ª Estación: Segunda caída en el camino de la Cruz
8ª Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez
10ª Estación: Jesús despojado de sus vestiduras
11ª Estación: Jesús es clavado en la Cruz
12ª Estación: Jesús muere en la Cruz
13ª Estación: Jesús en brazos de su madre
14ª Estación: el cadáver de Jesús pueto en el Sepulcro
https://www.aciprensa.com/Oracion/viacrucis.htm
Divino Salvador de las almas: cubiertos de confusión nuestros rostros nos arrodillamos en tu presencia soberana, dirigiendo una mirada al solitario Tabernáculo, donde permaneces cautivo de amor, nuestros corazones se conmueven al contemplar la soledad y olvido en que os tienen tus criaturas. ¿Habréis derramado en balde vuestra Sangre bendita? ¿Será inútil tanto amor? Pero ya que nos has permitido esta noche unir nuestras reparaciones a las tuyas, y acompañarte en tu Sacramento, donde Tu, que sois el Sol del mundo, irradias silenciosamente sobre nosotros a todas las horas la luz de la verdad, el calor del amor divino, la belleza de lo sobrenatural y la fecundidad generosa de todo bien; ya que te has dignado escogernos de entre todos los hombres para gozar de tu compañía y amistad, permítenos por los que no os bendicen o blasfeman de Ti, oh pacientísimo Señor Jesús, adorarte por todos aquellos que os tienen olvidado, e implorar para ellos de la infinita misericordia de tu Corazón indulgencia para sus olvidos y para sus crímenes.
¡Oh Jesús! Por nuestros pecados, los de nuestros padres, hermanos y amigos, y por los del mundo entero: Perdón, Señor, perdón.
Por las infidelidades y sacrilegios, por los odios y rencores: Perdón, Señor, perdón.
Por las blasfemias; por la profanación de los días santos: Perdón, Señor, perdón.
Por las impurezas y escándalos: Perdón, Señor, perdón.
Por los hurtos e injusticias, por las debilidades y respetos humanos: Perdón, Señor, perdón.
Por las desobediencias a la Santa Iglesia: Perdón, Señor, perdón.
Por los crímenes de los esposos, las negligencias de los padres y las faltas de los hijos: Perdón, Señor, perdón.
Por los atentados contra el Romano Pontífice: Perdón, Señor, perdón.
Por las persecuciones levantadas contra los obispos, sacerdotes, religiosos y sagradas vírgenes: Perdón, Señor, perdón.
Por los insultos a vuestras imágenes, profanación de los templos, abuso de los Sacramentos y ultrajes al Augusto Tabernáculo: Perdón, Señor, perdón.
Por los crímenes de la prensa impía y blasfema, y por las horrendas maquinaciones de las sectas tenebrosas: Perdón, Señor, perdón.
Por los justos que vacilan, por los pecadores que resisten a la gracia, y por todos los que sufren: ¡Piedad, Señor, piedad!
Las jaculatorias son oraciones breves, encendidas de amor y de cariño, que dirigimos al Señor, a la Virgen Santísima y a los Santos, para mejor mantenermos en la presencia de Dios a lo largo del día.
A JESUCRISTO:
V. Jesús manso y humilde de corazón,
R. haz mi corazón semejante al tuyo.
V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. en Vos confío.
V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. perdónanos y se nuestro Rey.
V. Corazón de Jesús,
R. que os ame y os haga amar.
V. Corazón divino de Jesús,
R. convierte a los pecadores, salva a los moribundos, libra a las almas santas del purgatorio.
V. Dulce corazón de mí Jesús,
R. haz que te ame siempre más y más.
V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. protege nuestras familias.
V. En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado,
R. el corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
V. Sea por siempre bendito y adorado Cristo, Nuestro Señor Sacramentado,
R. Nuestro Rey por los siglos de los siglos.
V. Alabemos y demos gracias en cada instante y momento,
R. al Santísimo y Divinísimo Sacramento.
V. Acordémonos que estamos en la santa presencia de Dios,
R. ¡Adorémosle!
V. ¡Viva Jesús en nuestros corazones!
R. ¡por siempre!
V. ¡Viva Cristo Rey!
R. ¡Viva!
V. Te adoramos ¡oh Cristo!, y te bendecimos,
R. porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
V. Alabado sea Jesucristo.
R. Por los siglos de los siglos. Amén.
V. Buen Jesús, amigo de los niños,
R. bendecid a los niños de todo el mundo.
V. Buen Jesús,
R. me uno a ti de todo corazón.
V. Dad, Señor, descanso eterno a las almas,
R. y la luz perpetua luzca para ellas.
V. El Señor es mi pastor,
R. nada me puede faltar.
V. Jesús, manso y humilde de corazón,
R. haz nuestro corazón semejante al vuestro.
V. Por ti, Jesús, vivo; por ti, Jesús, muero;
R. tuyo soy, Jesús, en vida y en muerte, amén.
V. Señor, auméntanos la fe.
V. Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo.
V. Creo, Señor, pero ayuda mi incredulidad.
V. Jesús Dios mío, os amo sobre todas las cosas.
V. Jesús, mío, ten misericordia de mi.
V. Tuyo soy, para Ti nací,
R. ¿qué quieres Jesús de mí?
Al ESPÍRITU SANTO:
V. Espíritu Santo fuente de luz,
R. ¡ilumínanos!
V. Espíritu Santo fuente de sabiduría,
R. guíanos.
V. Espíritu Santo fuente de amor,
R. llénanos.
V. Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma,
R. permaneced en mí, y que yo permanezca siempre en ti.
V. Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma,
R. permaneced en mí, y que yo permanezca siempre en ti.
A JESÚS, JOSÉ Y MARÍA:
V. Jesús, José y María,
R. os doy el corazón y el alma mía.
V. Jesús, José y María,
R. asistidme en mi última agonía.
V. Jesús, José y María,
R. en Vos descanse en paz el alma mía.
A LA VIRGEN MARÍA:
V. Ave María Purísima,
R. sin pecado concebida.
V. Dulce Corazón de María,
R. sed la salvación del alma mía.
V. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia,
R. en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
V. Santa María de Guadalupe
R. ruega por nosotros.
V. Santa María de Guadalupe,
R. Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.
V. Santa María del buen camino,
R. haz que lleguemos sanos y salvos a nuestro destino.
V. Por tu limpia concepción, ¡oh Soberana Princesa!
R. una muy grande pureza te pedimos de corazón.
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
V. Inmaculada reina de la paz,
R. ruega por nosotros.
V. Madre de amor, de dolor y misericordia, R. ruega por nosotros.
V. Oh María sin pecado concebida,
R. ruega por nosotros que recurrimos a ti.
V. Virgen, Madre de Dios, María,
R. rogad a Jesús por mi.
V. Corazón dulcísimo de María,
R. prepáranos un camino seguro.
V. Dulce Corazón de María,
R. sed la salvación mía.
V. Purísimo Corazón de María, virgen santísima,
R. alcánzanos de Jesús la pureza y la humildad de corazón.
A SAN JOSÉ, LOS SANTOS, ÁNGELES Y VARIAS:
V. Patriarca San José,
R. ruega por nosotros.
V. San José mi padre y señor,
R. enséñame a querer más cada día a Jesús y María.
V. Haced, San José, que vivamos una vida inocente
R. y esté siempre asegurada bajo vuestro patrocinio.
V. V. Santos y Mártires de Cristo Rey,
R. rueguen por nosotros.
V. Santísima Trinidad, un solo Dios; creo en ti; espero en ti, os amo y os adoro;
R. ten piedad de mí, ahora y en la hora de mi muerte, y salvadme.
V. Haced, San José, que vivamos una vida inocente
R. y esté siempre asegurada bajo vuestro patrocinio.