Cuando éramos bebés, dormíamos unas 16 horas al día, en la adolescencia, era aproximadamente 9, como adultos, parece que el promedio es de 7 a 8, aunque algunas personas necesitan tan solo 5 horas mientras que otras requieren 10.

A pesar de nuestra necesidad, a veces es difícil dormir bien por la noche, nuestras responsabilidades cotidianas, el trabajo, los compromisos familiares y los eventos traumáticos, como la pérdida de un ser querido, pueden dificultarnos el sueño; sin embargo, necesitamos dormir bien para mantener nuestros cerebros funcionando correctamente y para tener una buena salud.

¿Qué podemos hacer si nos encontramos luchando para descansar bien por la noche?

De acuerdo con la National Sleep Foundation, aquí hay algunos consejos para ayudarlo a establecer y mantener buenos hábitos de sueño:

• Siga un horario de sueño, es decir, tener la misma hora de acostarse y de despertarse, incluso los fines de semana, esto ayuda a regular el reloj de su cuerpo y podría ayudarlo a conciliar el sueño y permanecer dormido durante la noche.
• Practique un ritual relajante antes de acostarse, una actividad de rutina relajante justo antes de acostarse, lejos de las luces brillantes, ayuda a separar su tiempo de sueño de las actividades que pueden causar excitación, estrés o ansiedad.
• Si tiene problemas para dormir, evite las siestas, especialmente en la tarde; la siesta puede ayudarlo a pasar el día, pero puede interrumpir el sueño por la noche.
• Ejercitarse diariamente, el ejercicio vigoroso es lo mejor, pero incluso el ejercicio ligero es mejor que ninguna actividad.
• Evaluar la habitación. Diseñe su entorno de sueño para establecer las condiciones que necesita para dormir, su habitación debe ser fresca, entre 60 y 67 grados, su habitación también debe estar libre de cualquier ruido que pueda perturbar su sueño; finalmente, su habitación debe estar libre de cualquier luz.
• Duerma en un cómodo colchón y almohada.
• Relajarse. Su cuerpo necesita tiempo para pasar al modo de sueño, así que pase la última hora antes de acostarse haciendo una actividad relajante, como leer.

Si aún tiene problemas para dormir, no dude en hablar con su médico o buscar ayuda de un profesional del sueño.